Prisionero en libertad
en una jaula de oro
y hundido en la soledad
sin saber por lo que lloro.
Soy cautivo de palabras
que ya se fueron al viento.
Soy prisionero que guarda
secretos en su pensamiento.
Carcelero de dulzura
que pondría en libertad,
si no fuese una locura
condenar la eternidad,
con dudas en desmesura
Condenado eternamente
a estar preso en libertad.
Si
me pudiera librar
de estos barrotes de acero,
le diría al mundo entero,
dejadme preso cantar.
Prefiero estar prisionero
entre rosas y azahar;
aunque sea esclavo del cielo
de las estrellas y del mar.
Cautivo de la mirada
del silencio en soledad.
Cautivo de la verdad
de una honestidad callada
y preso quiero llegar
hasta el aura de mi amada.