viernes, 25 de noviembre de 2011

SIN LLEGAR A DESPEDIRTE

                           

    Te fuiste sin despedirte
         y aunque sé que estás aquí.
         Mi vida, ya es muy triste
         porque vivo, un sin vivir.

   Te llevaré mientras viva
        dentro de mi corazón,
        ya que se marcho contigo,
        mi alma y la ilusión.

   Mi esperanza es castigo
                          de morir sin luz alguna.
                          Sin encontrar un amigo.
       Vivo, mirando a la luna,



  las estrellas y los trinos,
      el viento y el despertar,
      se alejan de los caminos
      y no sé, donde buscar,     

 ni donde posar la frente
      para poder descansar
      en los brazos de la muerte,
      hasta llegarte a encontrar.

 Entonces sí, que amor mío
      iras en mi corazón,
      dando calor a este frío
      y arropando una ilusión.

 Por muchos años que viva
      nadie te podrá arrancar
      de las aura y de mi vida;
      porque no existe un lugar
      donde se fabriquen miradas
      que nos puedan separar.                    

 Ni aún en el más allá
      puede existir algún viento
                         que nos pueda arrullar.
      Porque el propio Firmamento
      no querrá el desatar
      nuestros dulces pensamientos.

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