martes, 13 de noviembre de 2018

SI YO, NO HUBIERA NACIDO.


 ¿Si yo, no hubiese nacido
qué  falta sé notaria?
Porque vivir, no he vivido
y aún no entiendo todavía
a punto de naufragar,
sí acaso, habrá  merecido
la pena  de mendigar,
ese pan que me he comido.

Lo que he llegado a dudar,
si no lo habré confundido
con pedazos de despojos
arrojados a un muladar,
por las manos de algún mofo
que se quisiera burlar
del mendigo silencioso.

Sí, qué me llegó a saciar,
con su mendrugo asqueroso.
Lo que me hizo, pensar.
¿Quién fue el mito que quiso
con su maldición  engendrar
al copular con un oso,
dicha  especie de animal?

¿O fue con una serpiente
con quién me llegó a engendrar? 
Me vomitó en el camino
llegándome a abandonar  
como un fuego sin escoria
que calor no dio jamás.
 
Voy preguntándole  al cielo
y no me quiere contestar,
¿O es qué mi a alma de hielo
no lo ha sabido escuchar?
 
Tal vez que sea por eso
que no vea la claridad,
ni la caricia de un beso,
ni el lugar de un asilar
que dibujara en la sombra
el cantar de alguna alondra
que me llegue a consolar,
lo que me quede del alma.
 
Dejad que mis labios duerman
en los brazos de la noche,
y  que abrace el aullidos de algún trino,
o los ojos de las  estrellas,
acunadas en el espejo de la mar.
 
Y si acaso no durmiera,
dejadme soñar despierto
con jarales y primaveras,
para dibujar recuerdos
que yacen en las praderas,
como arenas del desierto.
 
Dejadme hasta que me arrastre
hacia un calvario enmudecido
el que siento al despertarme
cuando creo que estoy dormido

lunes, 12 de noviembre de 2018

DUDAS Y REBELDIA

        

Una tormenta de calma
que bate olas del viento.
Eso es lo que es mi alma,
corazón y pensamiento.

Dejad que arda la flama
del fuego de la pasión.
Por favor que nadie ponga
barreras a mi corazón,

porque partiría los mares
de ese pequeño universo
que aún estando en libertad
siempre me supongo preso.

Cautivo fui de las flores
de la luna y del sol.
Bebí del iris colores,
enredado en el dolor.

Dejad que fluya mi río
 hasta que sacie la sed.
La sed que tengo y el frío
por el miedo al no saber.
 
Tengo miedo de tener
por compañero el Averno,
porque sé que Lucifer
con flores que dá el Infierno.
      
Unas veces con las rosas
y otras con un clavel,
con disfraz de mariposas
y siempre un final con hiel.

Aunque parece dulzura
las frutas de esa mansión,
me producen amargura
sus fibras de tentación.

De esa que me va bañando
con aguas cutres de un río
donde mi alma temblando;
temblando y muere de frío:

–Quédate tu dulce miel
y esa lluvia del rocío,
porque tú, eres Lucifer
un ladrón siempre escondió.

Déjame en el hastío invierno
durmiendo mis felonías,
ya que el calor de tu infierno
es la soledad más fría.   

Sí esa tormenta de viento
arrastra a mi corazón,
seré cual barco sin puerto,
sin bandera, ni timón.

Sería la sombra de un muerto
que vivo se sepultó;
ahogándose en un desierto
donde nunca el sol llegó.
Dejadme en mi dulce sueño
sin llegarme a despertar.

Aunque mi barco es pequeño
intenta no naufragar,
ya que a tu reino desdeño
sin futuro ni fanal.
No quiero arder cual un leño
en un fuego sin final
            *P  

jueves, 8 de noviembre de 2018

EL POETA ES UN ESCLAVO.



El poeta es como un marinero errante
que navega en las sombras del amor
y busca en las corolas de la flor,
el placer del furtivo caminante.
              
El poeta es un esclavo delirante
desde ante de nacer, por el dolor
y se pierde sin saber cual el color
de la aurora o del cielo más brillante.

Es un alma entregada a la poesía
y se esconde en las cavernas del papel,
convirtiendo con su pluma la ambrosía

y la fragancia de la rosa y el clavel,
en la fuente de ilusiones cada día
donde abreva en el dulzor de toda miel.
                             *

miércoles, 7 de noviembre de 2018

QUE DOLOR DIOS MIO

 
Dedicada a esos seres que no tienen
donde reclinar la frente, en las noches
del crudo invierno.
                  *
Cuando miro al dintel de la distancia,
en donde pastan las yedras del saber.
No llega hasta mi mente, el entender.
Por lo que me conforta vivir en la ignorancia.

Cómo siento a tanta  alma encallecida
y que desprecian los emejantes a y mi ser.
¿Porque tengo sin llegar a merecer,
los  regalos que me llegan de otra vida?
       
Una cama, aposento y la comida,
el cariño y el amor de una mujer
que recuerda lo que a veces, se me olvida.
 
Con su entrega para hacerme comprender,
las miserias de esos seres, sin medida,
y medio helados en el frío, amanecer.
                                   *