jueves, 30 de abril de 2020

SÉ QUE TÚ, NO HAS MUERTO.



                                                                       Frágil como una pluma.
Sensible como una flor.
No fue tan sólo el quererte;
fue mucho más, nuestro amor.
 
                                                                      Tan solo con conocerte
para mí, fue una luz del sol.
Fuiste un agua trasparente
que endulzaría el amargor
que resbalaba en mi frente. 

 Fuiste y eres la musa
de mi pluma e ilusión.
Eres la aurora que endulza
con versos mi corazón. 

     notas de unas melodías
y en mi pecho la pasión.
Fuiste, la mayor alegría
que me inundó el corazón. 

     Por ello en cada mañana
y en la postura del sol;
aún estando muy lejana
vive en mi pecho, tu amor.

Porque no puede morir
la luz que emana del cielo,
ni las estrellas, ni el mar,
ni la luz que da el lucero,
 
     ni el alba al despertar.
Sí acaso, el pensamiento
cuando deja de pensar;
a pensar tú, no habrá muerto.
 
     Cuando mis manos estén yertas
y mi pluma sólo un hielo;
–vivirás en mis poemas,
en lo más profundo del suelo
de la Tierra y de los cielos.
 
                                                                           Navegáremos en los mares,
más allá de todo tiempo
y en los más bellos lugares
donde no hace sombra el cuerpo
 
      y volveré a improvisar
sin tinta de algún tintero
y te diré una vez más
sin palabras. ¡Qué te quiero!
                *

miércoles, 29 de abril de 2020

UNA NOCHE TUVE UN SUEÑO.

                       

Una noche tuve un sueño
que parecía realidad
y entonces sentí ansiedad
de irme al cielo a volar
y abrazar a las estrellas
antes de empezar a pintar
un  lucero de cristal.

La estrella se hizo alondra
y con ella cabalgué
a donde no habían sombras,
ni luz en  la oscuridad,
ni tan siquiera un suspiro
de una frágil claridad.

Entonces me desperté
con lágrimas de amargura
y hasta creo que lloré
cuando vi que tal pintura,
eran rasgos en un papel,
de la mayor desmesura
y quise dormir otra vez
para buscar la dulzura
que en el sueño pude ver.
 
Y entre sueños yo busqué
aquel sueño que perdí
y tan sólo pude encontrar
un desecho de un pincel
con el que quise pintar
en las estrellas tu tez.

Ya  que un pintor me prestó,
con el que quise pintar
una luna y un sol mayor;
donde los niños jugaban
 haciendo tartas de miel
y que sus rostros brillaban
saturados por comer
y las guerras se libraban
con espadas de papel.

Ya que en los sueños la muerte
no tenía donde aparcar.
No había maldad en la gente,.
sólo sonrisas y bondad;
como aquel sueño que tuve
cuando  fui, al cielo a pintar.
                    *

miércoles, 22 de abril de 2020

MI PUÑETERO GENIO,



Un día estaba en el templo
haciendo alguna oración.
Por las acciones que yerro
 y yo, le decía al Señor:
 
–¿Por qué no matas mí perro
porque increpas al segundo yo?
Me pareció el escuchar:
–¿Y si viene algún ladrón
con qué te defenderás,
sí yo,  mato a ese animal?

Debes de aceptar el consejo
de no mirar para atrás:
aquello, ya quedo lejos,
el mañana importa más:
 
–Señor, no lo puedo dominar;
me sorprende a cada instante
y me hace quedar mal
delante, mis semejantes:
 
–Mejor le pone un bozal
y no le des tiempo a que ladre.
Teniendo siempre presente
de llamarle por la buena.

Sí no llega a obedecerte
le tiras de la cadena
y le aprietas el bozal,
antes que aumente tus penas.
 
¡No mates a ese animal!
                                                                            Sin él, serías un vegetal.
Tu nobleza está probada
igual que tu yo, animal.
 
Nunca le vuelvas la espalda
que te volverá a ladrar.
No te impacientes, ten calma
que tú lo conseguirás
sí quieres salvar tu alma.
 
                                                                           Muchas veces eres tú
y culpas al animal.
Porque me ves en la cruz,
¡crees que me vas a engañar!
Ya es hora que pongas luz
donde emana  oscuridad.
 
                                                                            Todos tenemos un perro
que se nos suele escapar.
En algunos un gamberro,
en otros un criminal.
 
No debes matar tu perro
es mejor el escuchar
de algún viejo, los consejos
y le podrás domesticar.

Señor, ya no seré mas cobarde
si me quieres ayudar
y le dejaré que ladre
apretándole el bozal

y si algún día, aunque tarde
me llegara a traicionar,
me acordaré de su padre
aunque me haga llorar.
                       *

viernes, 17 de abril de 2020

HOY SE REPITE LA HISTORÍA.

              

               Te han perseguido, Señor,
               desde el día que naciste.
               Y hoy, también te sigo yo;
               no sólo para pedirte
               que me concedas un favor.
 
                –Que borres de las entrañas
                de nuestro pueblo español,
                a ese montón de alimañas,
                de embusteros y sin honor
                que se ufanan cuando engañan,
                al hombre, de esta gloriosa Nación.

                ¡Esos que creían ser dioses,
                incapaz de inventar nada¡
                Gritaron con fuertes voces,
                aquellos infieles deshechos
                que la historia reconoce,
                como unas fieras malvadas.               
                Crucifícale, ya que a Dios no reconoce.  
              
                Hoy son los padres y hermanos,
                los descendientes de aquellos
                los que hacen del destino
                cual si fuesen actos bellos,
                sus hazañas de asesinos,
                ya que conciente la muerte,
                del hombre joven y mayores.            
        
                Y hoy se repite la historia;
                con los necios gobernantes
                que tan sólo ven su gloria             
                flamante de sus estandartes.
                Y sin luz en sus memorias
                para ver que los mayores,             
                a España les dieron gloría. 
 
                  Hoy también, hay crucifixión
                  en muchos cristos mayores
                  y más en nuestra nación
                  que en el resto de de naciones

                  Señor, a ti te crucificaron.
                  Por envidia y sin razones
                  y aquí porque les estorbamos,
                  tan solo, por ser mayores.
                                         *

jueves, 16 de abril de 2020

ME ESTOY HACIENDO MAYOR.

    

       Me estoy haciendo mayor
        y por eso no comprendo
        al que está a mi alrededor.
        Talvez, yo sea un aedo
        de la sombra del dolor,
        o quizá, yo fui el Averno
        que no supo dar  calor,
        del que hoy ando pidiendo.

        No hacen falta grandes cosas
        para dar felicidad.
        Simplemente unas rosas.
        Un te quiero o ¡Hola papá!
        puede ser lo suficiente
        para llegar a colmar,
        parte de algún continente
        de un alma en la soledad.

        Cuando suelo ver la gente
        que gime y llora sin cesar,
        y deshechas amargamente.
        Por esa causa normal
        que es la sombra de la muerte,
        en el trayecto final.
         Por que se muere un pariente.
        Siento ganas de gritar,
        porque, sólo, es vanidad.

        Vanidad y algo de hielo
        en el corazón vacío,
        ya que aveces, el consuelo
        es afluente de algún río
        del tesoro que tuvieron
        y que hoy, ya se ha escondido,
        más allá de los luceros.

        Esto nunca me ha impedido
        distinguir la claridad
                                             del oscurecido olvido,
       carente de alacridad.
        Para dar flores en vida
        al que hoy suelen llorar,
        en la tumba compartida
        con la fría realidad.

         ¡Qué lastima, madre mía,
        esas personas me dan!
        Ya que la misma agonía
        cualquier día degustarán,
        cuando menos piensen, un día.
        Y entonces ellos dirán
        que no se lo merecían.
        Sin llegarse a imaginar
        que fue lo que sembrarían.

        Ya sé que no es la maldad,
        es simplemente apatía
        lo que nos hace olvidar,
        de felicitar un  día
        los padres o las mamás,
        mientras estos repetían.
        ¿Cómo pudimos engendrar
        sierpes con tal felonía?
                                                          *

martes, 14 de abril de 2020

SIENTO EL ESTALLIDO.

           
Siento como estallidos
en la sombra de la noche
que arañan las escamas
de mi alma, cansada y fría
y la silenciosa soledad,
me grita, despavorida,
cual furia de un huracán.

Un día el hombre, llorará
cuando se cierre la puerta
y hasta se maldecirá
por no mirar al poeta
cuando aún podía hablar.

Es muy fría la verdad
que araña sin compasión
y con hastía crueldad
el fondo del corazón.

Llorar, no voy a llorar
aunque me ahogue el dolor;
porque hay en mí un caudal
que me lo alimenta Dios,
para que pueda gozar
del fruto de un dulce amor.

Amor que da libertad
al alma, y hasta la voz
y a la pluma al derramar,
lo que emana en mi interior.

Por lo cual, no lloraré
en todo caso, cantar
al pensar que un día tal vez
el hombre abrevara
en la fuente de la miel,
con la que se embriagará.
           **

lunes, 13 de abril de 2020

LA LIBERTAD DEL VIENTO.

 

        Cómo te envidio, hermano.
        Para ti, no hay frontera,
        ni nadie que con su mano
        detenerte a ti, pudiera.

                                             Vuelas en páramos verdes,
        en montañas y praderas
        y tu figura se pierde
        sin que nadie, a ti te viera.

       La noche no te detiene,
        ni los mares, ni el desierto.
        Entras donde te conviene
        sin pudor en el pensamiento.

       Te hablas de tú, con las hadas
        y las flores diferentes.
        Para ti, no existen nada,
        para acaricias a las gentes.

        Vas deshojando amapolas
        a la dalia y el clavel;
        pero siempre vas a solas
        sin saber lo que es la miel.

       Te envidio porque tú tienes
        lo que yo, no he de tener,
        libertad en tus manos y sienes
        y nadie te puede ver.

        Andas en la soledad,
        hermana de mi quimera.
        Yo no entiendo tu verdad
        ni comprendo tu  ceguera.

        Eres libre entre las flores,
        en las nubes y en la mar.
        En el iris y sus colores
        eres su amante, al bramar.

       Tu juegas con los navíos
        y con las olas del mar.
        Mientras yo, ando perdió
        sin tener donde llorar.

        No existe calor, ni frío
        que a ti, te pueda asustar
        y yo que soy igual un crío
        contigo quiero jugar.

       Ya sé, que es un desafío
        contigo querer hablar.
        Yo  te doy lo que es mío
        cuando me dejes volar.

       Te entrego hasta los ojos
        mi llanto y la soledad.
        Te doy de mí, los abrojos,
        por tener tu libertad.

        El alma no te la entrego,
        ni tampoco el corazón.
        porque a Dios, yo se la debo
        como ser de su creación.
        Y en florales se la llevo
        entre llanto y la oración.
 

       Te dejo tu libertad
        para que puedas volar,
        en lo cercano y lo lejos.
        Para mí, tu vanidad
        solamente son reflejos
        de un sueño, sin despertar
                  *