Te
han perseguido, Señor,
desde
el día que naciste.
Y hoy,
también te sigo yo;
no sólo
para pedirte
que me concedas un favor.
de
nuestro pueblo español,
a
ese montón de alimañas,
de embusteros y sin honor
que se
ufanan cuando engañan,
al
hombre, de esta gloriosa Nación.
¡Esos
que creían ser dioses,
incapaz
de inventar nada¡
Gritaron
con fuertes voces,
aquellos
infieles deshechos
que
la historia reconoce,
como
unas fieras malvadas.
Crucifícale,
ya que a Dios no reconoce.
los descendientes de aquellos
los que hacen del destino
cual
si fuesen actos bellos,
sus hazañas
de asesinos,
ya
que conciente la muerte,
del
hombre joven y mayores.
Y hoy
se repite la historia;
con
los necios gobernantes
que
tan sólo ven su gloria
flamante de sus estandartes.
Y
sin luz en sus memorias
para
ver que los mayores,
a
España les dieron gloría.
en muchos cristos mayores
y
más en nuestra nación
que en el resto de de naciones
Señor, a ti te crucificaron.
Por envidia y sin razones
y
aquí porque les estorbamos,
tan
solo, por ser mayores.
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario