jueves, 23 de octubre de 2014

LLAMO AL MAS ALLA.



Oh, Dios mío, sigo sin comprender.
¡No entiendo nada!
Qué un niño para comer,
  tenga que competir con los cerdo
                        en los muladares.
Buscando en estercoleros
las putrefactas basuras.

¡Qué pena, tiene que ser
para tu pecho Dios mío,
ver los niños perecer
muertos de hambre y de frío.
¡Por qué el hombre del poder      
anda en riquezas perdió.

Tengo hambre, Señor.
Hambre de enamorarme
de los que sufren dolor.
Hambre de saber yo darme
a los demás con amor,
sin tener que preocuparme
porque se seca mi flor.

Cuando el hombre, tenga sed
de compartir la dulzura,
la riqueza, el poder,
el dolor y la amargura.
Entonces el hombre será
coronado en las alturas.

No crecerán más basuras,
  ni niños en los muladares.
  No harán falta sepulturas,
ni de rodillas andar
mendigando las criaturas
simples mendrugos de pan.
           *

martes, 21 de octubre de 2014

BIEN SÉ QUE SOY POCA COSA.



Qué poca cosa que me siento
de un viento que no existió.
Pienso que soy un evento
sin huellas dignas del tiempo
antes de ser una mención.

Pero me siento contento
con lo que el Cielo me dio,
ya que con ello me adentro
en los brazos del amor
para no sentirme muerto,
 
entre la estirpe vivientes:
que me creen un soldo, ciego
o que juego con lamente
con la in lucidez de un lego,
sin positivos en la frente.
 
No quiero hablar del ayer
porque empaña mi sonrisa,
ni recodar el mañana
por que llega muy de prisa
con sus periplos de nada;
 
nada que sea positivo
ya que en él, veo mis las cenizas
esparcidas en el olvido,
en una tumba blanqueada
que sepultarán conmigo.

Pienso que en algún mañana
y con la mayor amargura,
aunque tarde se dirán:
no le compadezcan más
al que puso la dulzura

que legó del manantial
de sus triviales figuras.
esas que no olvidarán
de mi aparente locura,
legadas a la humanidad.
                               *

lunes, 20 de octubre de 2014

PUEDEN DECIR DE MI NECEDADES.

 

Pueden decir de mí necedades,
que es turbia mi alma mi corazón y mi pluma.
Pueden ponerme de rodillas
ante los tribunales o de las reales academias
y hasta reírse de mi humilde cuca.

Pueden decir que fui un don nadie
mal trecho, ahogado en las penas.
Pero una cosa no podrán quitarme,
el amor sangrante de las venas,
ni decir que no fuese ecuánime
al formar los eslabones de esta cadena.

Pueden sentir tedio del fondo de mis temas,
por los oropeles turbios de su color.
Pero que nadie diga que mis poemas
no son hijos de la luz y de el amor,
porque estarían pronunciando una blasfemia;
sería como decir que no existe la luz de Sol.

Dejadme que pinte con mis sueños
la hermosura del aliento de la luz y el respira.
Dejadme llegar con tal locura
a lo más profundo que escode el ancho mar,
para sacar la luz de la noche oscura
del letargo en que vive el coral.
 
Decir si queréis que fuí del viento
una sombra sin apenas nitidez.
Decir si queréis que me ahogara sin aliento
con mi pluma apenas sin caudal.
Pero no me toquéis por favor pensamiento,
dejadle que descanse en su yerta soledad.
 
No negarle la fragancia del amor
al que puso el cariño y la dulzura.
Por que levantaría de me mis auras el fragor
y des el más allá. gritaría en la sepultura,
no quiero saber si fui una falso flor
que envolvió la soledad con su locura,
 
yo tan sólo intenté que mi dolor
no fuese contagiado a las criaturas.
                                           *

miércoles, 15 de octubre de 2014

SIENTO COMO UN ESTALLIDO.


 
Siento como un estallido
en la sombra de la noche
que arañan las escamas
de mi alma, cansada y fría.
Y la silenciosa soledad
me grita despavorida,
cual furia de un huracán.

Sé que un día, el hombre llorará
cuando se cierre mi puerta
y hasta se maldecirá
por no escuchar al poeta
cuando aún podía hablar. 

Es muy fría la verdad
que araña sin compasión
y con su hastía crueldad
el fondo del corazón.

Llorar, no voy a llorar
aunque me ahogue el dolor;
porque hay en mí, un caudal
que me lo alimenta Dios,
para que pueda gozar
del fruto de un dulce amor.
Amor que da libertad
a mi alma y a mi voz
y a la pluma al derramar 
lo que emana en mi interior.
 
         Por lo cual no lloraré,
en todo caso,cantar
al pensar que un día tal vez
el hombre abrevara
en la fuente de mi miel,
con la que se embriagará.
           *

viernes, 10 de octubre de 2014

AÑORANZA AL MAR.



                 ¡Que manso eres si quieres
                 de bravura sin igual!
                 ¡Qué pena ver como mueres
                 por no saberte cuidar!

                 ¡Qué manso eres si quieres!
                 desde tu profundidad.
                 Sustentas a muchos seres
                 y a tantos trabajo das.

                 ¡Qué manso eres si quieres
                 con tormentas en ocasiones!
                 Hay que ver de cuantos seré
                 arrancaste oraciones.

                 ¡Qué manso eres si quieres
                 sin comparación de encanto!
                 En cambio a cuantas mujeres
                 llenaste de luto y llanto.

                 De tu espuma soy cautivo,
                 de tu fuerza enamorado.
                 Junto a ti me siento vivo,
                 no puedo estar separado.
                 ¡Déjame morir contigo¡
                                   *              

martes, 7 de octubre de 2014

SUSPIROS DE AÑORANZAS.

      
        Cuando mi pluma se llena de la estepa
        del silencio cautivo en soledad
        y se duerme en los brazos del rocío.
        Presiento lo que busca sin hallar,
        ni siquiera el fanal de una estrella
        que pueda a mi tinta derramar.

        Que vengan del cielo querubines
        a mostrarme el almizcles del saber,
        los luceros, los lirios y los jazmines,
        engalanados con la miel de un panal.
        Y si acaso me negarán el deseo
        que se junte el cielo con la mar.

        Que desciendan los cielos a condenarme
        si estuviera mi pluma sin caudal.
        Reírse si queréis, pero dejadme
        que me adentre en las almenas del coral,
        donde pastan las musas de los sueños,
        encadenadas a los pechos de un jaguar.

        Esa fiera es la espada de un suspiro
        condenado a buscar en aquel lugar,
        donde viven las flores y los trinos,
        amamantados con la espina de un rosal.
        Una espina en una herida sin curar
        y ahogada por la sed en el camino
        el que no sé que me queda por andar.

        Frío sendero de espinas luminosas
        de un estío objetante sin llorar
        que culmina con su alma las estrofas
        poco antes de dormir en el yazca.
        Condenarlas si queréis aquellas cosas
        que no fueran consabidas por amar.
        Respetar por favor, las más hermosas
        que es posible que sean para agradar    

        No pretendo semejar a las palomas,
        ni siquiera convertirme en gavilán.
        Sólo quiero esparcir algo de aroma
        que perfume al jaguar y al cormorán
        y sobre todo, dejar que salga el agua
        que el cielo me entregó del más allá.

        Cuya pluma que dormía en el silencio,
         permitirle que revele su caudal.
         Lúbricas sombra que en el tiempo
         arrastraron a mis manos sin piedad
         a los confines desiertos
         donde creo que encontré  la claridad
   *

lunes, 6 de octubre de 2014

EL OLOR DE LAS FLORES.


                
            Siento el llanto de las flores en primavera,
           regadas con lágrimas del rocío
           y los  cáliz de amapolas y azucenas.
           Siento alarido en el rojo amanecer,
           galopando en el ocaso de la noche
           y se enreda en las hojas del laurel,
           cuando el alma soñadora del poeta
           se desliza entre la sombras del papel.

            Son  recuerdos de una noche mágica,
           ¡Aquélla! Que ilumina la pradera
           que entrelaza sus manos entre hiedras.
           Son embrujo de unas miradas parlantes
           de cuatro ojos tatuados como piedras
           en las almohadas de una verde, hierva.
 
           Allí quedaría fundido de los dos
           el espejo de tu alma y la mía por amor,
           y arropados con los dientes del silencio
           igual que las ramas esbeltas de una flor;
           bajo el embrujo de dos mirada dialogaste
           entrelazando nuestras manos como grama
           y desnudando el pentagrama de la luz del sol.

            Si pudiera trasladar el ayer a este hoy
           y volver a sentir de nuevo tu mirada,
           y el olor de las flores con tus besos
           y el calor de tu piel de terciopelo
           extendida en las fauces de mis brazos.
 
           Son recuerdos atropellados de la mente,
           enlazados con estrofas de poesías
           que durará su caudal eternamente;
           como aquellas palabras que decías
           aún después de traspasar tu alma,
           las murallas de la muerte.

            Aún pienso que las flores, lloran.
           Quizá que lloren por que
           ya no es verde la primavera
           y la luna no se ve,
           ni tus manos en mí cintura,
           ni tus besos en mí tez.
           ¿Llorarán por ti?
           ¿Lo sabré alguna vez?
           Pienso en el llanto de las flores
           y creo que no volveré a querer.

            Siento arde el fuego de la sangre
           dentro de mi corazón
           y cuando te acaricia el aire
           se me parte el pecho en dos.
           Siento celos hasta del viento,
           de la luna y el propio sol.
           Por que se que te acarician
           como el rocío a una la flor.
                      *

jueves, 2 de octubre de 2014

SOÑABA Y LO SABIA.

               
Soñaba y lo sabía
que me encontraba durmiendo
y a pesar de ello seguía
soñando, muerto de miedo,
ya que el futuro venía
a ajusticiarme despierto.
               *      
 
PARA PODER SOÑAR.
Hay que vivir en Cabo de Palos.
                        * 

En este rincón de España
aún conserva la pureza             
que le diera el Creador.
No existe mayor belleza,
ni lugar que brille el Sol,
con don de naturaleza.

Solamente las estrellas
se podrían comparar,
a las deidades más bellas
de éste hermoso litoral,
donde duermen las palomas
y la noche hace soñar.
Confundiendo en el espacio
la más bella realidad.

 Aquí se rompe el silencio
del alma en dos mitad.
Y cuando llora la Luna
te sientes acariciar
de las olas en la arena,
lo mismo que el tajamar
del navío al navegar
que se adentra en su pecho
cuando le besa la mar.

Ese beso es la promesa
que se tatúa en la mar
por la fiel naturaleza,
cuando la mente de Dios
la engendró un día al soñar.
                 *
                            

miércoles, 1 de octubre de 2014

NO TUVE COSA MAS BELLA.


       
        No tuve cosa más bella
        que pudiera compartir;
        fue la esfinge de ella
        que el Cielo mandó hasta quí
        a demás de las estrellas.
        Mis hijos, las flores y el mar.
        Siempre fueron luces bellas
        del más valioso caudal.

        Tuve la luz de los cielos
        y las praderas a mis pies.
        Volé en siderales vuelos
        con mis sueños de papel,
        más allá de los luceros
        y grandes fueros de un ayer.

        Tuve montañas de miel
        y páramos de amapolas.
        Pude hablar con un clavel
        que le ofrendaba a mi Lola.
        Con el amor de mí ser,
        henchido como una ola.

        No me faltó nunca el aire,
        ni el más bello amanecer,
        ni de la flor el donaire,
        ni el verdor del alcacer.
        No hubo, más rico nadie
        con la más bella mujer

        Fui como el ábrego errante
        que quiso ser tramoyista.
        Nunca fui yo exuberante
        aunque sí, cosmopolita
        de la tierra, parte a parte,
        Junto a la Virgen Bendita.

        En el espacio sideral
        fui a la grupa del viento.
        Mis armas fueron la paz
        y mi escudo el pensamiento
        cubierto de libertad
        con la que soñé despierto.

        Me adentré en el plenilunio
        queriendo hallar la virtud
        de nuestro mundo en disturbio.
        Y me encontré en el senectud
        con el dulce, amargo, agrio
        que da una pesada cruz.

        Enredado en la poesía,
        del amor y la bondad
        de la gente que quería;
        pero siempre en soledad.
        Hasta descubrir un día
        que sólo no ande jamás.

       Mis armas, la fantasía,
       mi espada la realidad,
       mi estandarte la alegría
       con los que podía ofrendar
       al hombre marcialidad
       para andar con gallardía.

        Espero con alegría
        que mis ojos vean la luz
        antes de que llegue el día
        que yo esté en el ataúd.
        Quisiera que mi poesía
        la hubiese leído tú

        Cada vez que me pregunto
        ¿Por qué mi alma va sola?
        Oigo una voz en lo profundo
        como el bramar de una ola
        que, me aclara en un segundo
        el por qué mi alma llora.

        Llora por besar el viento,
        los pájaros y la amapolas.
        Llora porque ni un momento
        puedo separar mi Lola
        de mi ardiente pensamiento.
        Por eso, mi alma llora.
                   *