martes, 17 de abril de 2018

FUEGO DEL CORAZON


 
ES MAS QUE EL CALOR DEL SOL               
                *
Siento mi alma impregnada
de un fuego mayor que el sol.
Yo creo que es la mirada
de los ojos del Creador.     
 
Es igual que una cascada
de manantiales de amor,
que traspasa la ensenada                   
del pecho y me da calor.

Un calor desmesurado
y que va encendiendo en mí,
como un cielo iluminado
de antorchas, oro y marfil

y hasta lloro de alegría
sin saber por qué razón,
la luz de mi fantasía
me  inunda, el corazón        .

A veces llego a creer
que en mi pecho viven dos,
fundidos en mi propio ser
y uno grita a viva voz.

-¿Por qué, el poeta se pierde
en páramos de ambrosía?
Mientras el doble rebelde
se mofa de mi poesía.               

Y entonces siento una voz
en  los adentro de mí,
que me la susurra Dios
cuando me inspira a escribir.
 
Aquellas huellas que el viento
me dejaron cicatriz,
dentro de mi pensamiento
y que apenas sé decir.
 
Cuando no siento el calor
del fuego de aquella llama,
 es por que el Gran Creador,
no está dentro de mi alma

y sin Él, no sé hacer nada.
Nada que pueda servir,
para atraer la mirada
de quien me intente seguir.

Pero el fuego de aquel sol     
que ilumina mi ventana.
Sin duda que es resplandor
que Él me da cada mañana           
para inundarme de amor,          
con sus palabras calladas.
           *

lunes, 9 de abril de 2018

MEGUSTARIA SER UN NIÑO.



Señor, quiero abrir de par en par
el rincón y fortaleza
donde Tú siembras  amor,
la esperanza sin tristeza.
Y lo que es más, ser hijo Tuyo,
sin merecer tal favor.

Me gustaría ser un niño
para  jugar entre los dos
con montañas de cariño
y  muñecas de cartón:
 
y entregársela a los niños
que afluyeran como flor,
más allá de las murallas
de las sombras del dolor.

Y luego, decirte, gracias,
por brindarme la ocasión
de ofrecerle sin reservas
a Nuestra Madre, ¡Señor! 

Sé que mi  puerta ya esta abierta
para que el  soplo de Dios,
al que nunca le di paso
entrará en mi corazón
y sí nunca te hice caso
fue por el gran temor
a qué un día me quitaras
mi cómoda situación.
                                          *