miércoles, 2 de noviembre de 2011

VAGANDO SIN ESPERANZAS

*
¿Dices que no existe Dios?
Yo respeto tu teoría
pero no eleves la voz,
pidiendo con felonías
algún milagro de un dios
que jamás tú conocias.

–Falsas son tus observancias
y errónea tu crueldad.
Mayor aún tus ignorancias
al decir que la verdad
son frutos de circunstancias.

–¿El sol? No es una ilusión,
ni la luna una quimera.
El día es la estación
donde el humano y la fiera
escuchan su corazón.

¿Quién puso dentro la esfera
el orbe y las estrellas?
¿Quién puede hacer una escalera,
para llegar hasta ellas,
o mirar al sol, siquiera?.

¿Si Dios no lleva el timón,
dame una prueba que pueda
sostener tal sin razón?
–Creo que en el aire se queda
como una simple ilusión.

–¿Puedes darme una teoría
sin ser la respuesta muda
y que no sea una utopía
que me confunda en la duda
de la oscura fantasía?

–Difícil es decir que sí,
pero más incierto es el no
a tu supuesta razón.
–Yo por si acaso me quedo
con Dios en el corazón,
como un escudo de fuego.
Lo tuyo siempre es la voz
de deidad desconocida.
Lo mío, es el gran amor a Dios
que siempre mandó a mi vida
una luz mayor que el sol.

Yo vivo con la dulzura
del cielo y lo divino.
Tú vives con la amargura
de no hallar otro camino
que no sea la sepultura.

Yo navego con locura
hacia el puerto de los cuerdos.
Y tú nadas en desmesura
emancipando en ti, el miedos.
Tú con dolor, y yo dulzura.

A pesar de que soy viento
que nació siendo basura.
Pero muero muy contento
porque Dios desde su altura
no me abandona un momento.
*

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