Siempre creí que los errores
fuesen fruto de ignorancia.
Por que vi en los mayores,
cuando pasé por la infancia
las cosas de mil colores.
Al poner sus esperanzas
en los gobernantes nuevos,
su amarga y dulce añoranza.
Tampoco me encuentro fuera,
ni mucho menos estoy lejos
de vivir con la quimera
que a los demás le aconsejo.
Busco en los fuegos encendidos
a el que marchó a dónde fuera,
con los huesos esparcidos
y envuelto con su ceguera.
Uno más, soy de esta esfera
que el inconsciente despierta
y busca en la estratosfera
en la que ya, existe puerta.
Los que esperaban no llegan,
resplandores mañaneros
que den luz a la ceguera
con delirios de “Podemos”.
Como todos de este imperio
y que no pocos desconocen.
Me resisto a los misterios
y
sólo escucho las voces,
supuestas de magisterios,
donde nadie los conoce.
Fuimos dueños de un imperio
y creímos en gobernantes dioses
que como el polvo se fueron
y con el viento vendrán.
"Los últimos serán primeros"
y en el fuego arderán
aquellos frutos longevos
y todos dirán y dirán
de los gobernante ciegos:
–Y muy bien sé que arderán
en su propio y cierto fuego
con sus diente al rechinar.
–Ya que el más listo es un lego
y los legos, sabemos esperar,
a que se termine el juego
que les va a tocar bailar
a los que gritan ¡PODEMOS¡
*
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