Dedicada a los mineros del Orbe.
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Cuando
un minero se pierde,
no importa de que rincón.
Algo de todos se muere
y os rompe el corazón.
Los mineros son loPs duendes
del plomo y del carbón.
Cuando
un minero se pierde
de las minas de La Unión ,
igual que las de Linares,
o las minas de León,
Todo el mudo se extrémese.
Por tan sangrante dolor.
Porque
el plomo y la galena
es lo mismo que el carbón
cuando se mezcla con pena.
Sean mineros de León,
de Linares o Cartagena,
o las minas de La Unión ;
de ellos están, las tumbas llenas.
España entera les llora
cuando un minero se muere.
Más amargas son las horas
de sus hijos y mujeres,
porque se fue la persona
que les sustenta y les quiere.
o la estirpe de Linares.
Al mineros de La Unión;
sacasteis de vuestras madres,
del vientre y el corazón,
bravura que no hubo nadie
que lo engendra mejor.
Son las mejores alhajas
que diera nuestra nación
y les pagan con migajas
al de La Unión y León
y el día que le amortajan
les dedican, una oración.
Una oración a sus entresijos
para muy pronto olvidarles;
pero jamás a sus hijos
les olvidarían sus madres.
Por que también fui minero
os ofrezco este homenaje.
Homenaje
a los mineros
que llevo en el corazón.
Los llevo porque les quiero
al de La Unión y de León
y, a todos mis compañero,
de otros pueblos o nación.
Son las mismas dinastías,
dentro o fuera de España.
Son de iguales valentías,
ya que son de las entrañas
de la tierra, negra y fría,
como sombras de espadañas.
¡Escuchar, hombres de Dios!
No seáis indiferentes.
Hacer más y menos voz,
porque el día que ésta gente
se unieran en más de dos,
harán temblar a los valientes.
Aunque
el minero es bondad;
y se mantiene paciente
con toda la humanidad.
Que no les provoque la gente,
ya que el miro es capaz
de devorar con sus diente
al que presuma de un par
de esos; que todos me entienden;
a quien les niegue la paz.
No les falta caridad,
ni
le temen a los potente
que se beben su bondad,
y hasta el sudor de su frente.
Por un mísero jornal
se han de enfrentar con la muerte
*
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