–Quien
no lloró alguna vez,
con
motivos o sin ellos
No
hay fuego más penetrante
que nos
inflame el corazón,
con su flama llameante
de
un inexplicable dolor.
Les ruego que no presuma
que
usted no sabe llorar.
Por que todos hemos bebido
de
ese cáliz de amarguras,
desde el día en que nacimos,
lo
mismo que otras criaturas.
Todos lloramos al nacer
y
luego en nuestra infancia.
Lloramos al tropezar
con escollos que no agradan;
siempre al empezar andar
que es hija de la ignorancia.
Todos sabemos llorar
y
más cuando llora alguien
que le hicimos algún mal,
a algún
hijo, a tus padres,
ya
que es un acto criminal
que no se sabrá olvidar.
Dolor
que provoca el llanto
cuando se hiere algún hijo,
en tu interior duele tanto
que araña tus entresijos.
Dios mío, ¡qué gran espanto¡
Hay
quien dice que no llora;
son
más fornidos hombres.
Por
que ellos también lloran
cuando
se le hiere en el pecho
con
la espada de Pandora:
–Por
que digo todo esto,
alguien se preguntará:
–Presumo de hombre honesto.
pero también sé llorar,
sino
oculto mis defectos.
Y
lloro por la amargura
que traspasa mi interior,
sin compasión o desmesura,
al dañar mi gran amor
y
al Dios, que está en las alturas
le
voy pidiendo perdón.
Llorar, claro que pueden llorar,
el
ue trata a un hombre bue
cual despreciable animal,
y al descargar su veneno
se
conviertes en la maldad
blasfemando a lo Eterno,
sino aprendido a llorar.
*
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