jueves, 25 de octubre de 2018

¿QUÉ ES LA ETERNIDAD?

 

Pienso que la eternidad
es un circulo cerrado
sin principios ni final.
Es el tiempo congelado
donde no hay ningún reloj
que la pueda seccionar.

Al empezar a cabalgar
en ese tiempo sin tiempo.
Por mucho que llegue andar,
llegaremos al mismo centro   
del espacio de una vía sideral,
donde iniciamos los pasos
mucho ante de empezar.

"Si en la vida hay otra vida
después de nuestro final"
¿Qué es la vida sin la vida,
al pensar en la eternidad
que aunque mucho se camina,
estamos en el mismo lugar
de aquel punto de partida?...
                 
Sólo El Señor, me responde
y yo no le sé escuchar.
Porque no  basta ser hombre
para  ver la realidad
de lo que el cielo derrama
en las almas sin dudar.
Y sin preguntas malsanas
de tanta barbaridad
que el hombre lleva en su alma.
                 
Cuántas veces llamo al cielo
y no escucho su respuesta.
Me ahogo en el desconsuelo
al no encontrar esa puerta
que vería cualquier ciego.
Porque Dios la tiene abierta
cuando se siente su apego
en el alma  del poeta...
 
                                            ¿Tú viniste a  salvarme
y diste la vida por mí?
¿Y yo qué hago Dios mío
que no sea ofenderte a ti?

Nada  hago, Buen  Pastor
que no sea ir derramando,
mis putrefactas basuras
ante tus brazos de amor.
¡Cuánta falta de dulzura!
Y de omisiones sin cariño
y hasta de fe por tener.
Me comporto como un niño
que aún no aprendido a comer.

Dios mío, déjame pedirte algo
que aun no sé, si es coherente,
porque en mi lengua hay tal fango
que hasta salpica la mente.

Te pido con humildad
que pongas Tus Sacras manos
entre mi piel y Satanás;
porque me va torturando
de la  manera más cruel 
hasta cuando estoy rezando.

Estoy casado Dios mío
de recibir arañazos
de ese ángel "malparió".
Cansado de ver pedazos
de  mí cuerpo, seco y frío
con los que él va jugando
cual si fuese un desafío
a tu Majestad, Dios mío.
 
 Conmigo se va ensañado
al pintarme de colores
los más desértico prado
con falsas inexistentes flores.
Él sabe que son de agrado
a esa  la fiera  escondida
en mi pecho desolado.
 
                                             Está cansada de luchar
con dicha fiera, mí espada.
Ella bien sabe atacar
cuando más está descuidada
o cuando goza de paz
en el silencio callada.
 
Cuando digo estar cansado,
no me refiero a vivir.
Porque Tu, Señor me haz dado
una fuente que sin ti,
me ahogaría desolado
si no pudiera escribir.

Pero sí que estoy cansado
de recibir del Averno,
arañazos y bocados;
se empeña en hacerme ver
de que no existe Tu Reino.
Dios mío, esa bestía es tan cruel
que no ve que su veneno
no me puede convencer.
¡Por qué si no está lo Eterno!
¿Cuál es entonces su papel
con sus repulsivas cuernos?
                                                                *

No hay comentarios: