viernes, 6 de mayo de 2016

ME ENCANTA HABLAR.

       

        Yo hablo con las palomas,
        las golondrinas y el viento;
        hablo con prados y flores
        las estrellas y el coral,
        porque sé que me comprenden
        sólo con verme y mirar.

        Es un mundo diferente        
        porque en no existe el mal,
        sólo aguas trasparentes
        con luz en la oscuridad.
        Son como ángeles inermes,
        derramando su bondad.

        La brisa del pensamiento
        se adentra en la soledad,
        y hata en la sombra del viento,
        del cielo y la claridad.
        De correr no me arrepiento,
        ¡No me arrepiento!
        porque nunca supe andar.

        Me adentro en los gritos del silencio,
        en la inmensidad de la noche clara,
        donde la deidad atan, el pensamiento
        y llevan hasta mi alma cataratas,
        escupiéndolas en las fibras de mi cuerpo.
        Y aún siento que los pájaros me hablan.

       Voy avanzado en las sombras lentamente
        hacia las cumbres de las blancas flores.
        Y volando con las alas de palomas
        voy jugando con los peces de colores.
        Pintando las estrellas con su aroma,
        y les hago trenzas, a forma de caracoles.

        Me gusta el hablar con las palomas,
        con las rosas, el viento y las flores.
        Me encanta contemplar de una en una
        las estrellas con su aire de colores
        y con ellas me pierdo en las llanuras,
        donde no hacen falta punzadas de dolores.
                                *             

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