jueves, 2 de octubre de 2014

SOÑABA Y LO SABIA.

               
Soñaba y lo sabía
que me encontraba durmiendo
y a pesar de ello seguía
soñando, muerto de miedo,
ya que el futuro venía
a ajusticiarme despierto.
               *      
 
PARA PODER SOÑAR.
Hay que vivir en Cabo de Palos.
                        * 

En este rincón de España
aún conserva la pureza             
que le diera el Creador.
No existe mayor belleza,
ni lugar que brille el Sol,
con don de naturaleza.

Solamente las estrellas
se podrían comparar,
a las deidades más bellas
de éste hermoso litoral,
donde duermen las palomas
y la noche hace soñar.
Confundiendo en el espacio
la más bella realidad.

 Aquí se rompe el silencio
del alma en dos mitad.
Y cuando llora la Luna
te sientes acariciar
de las olas en la arena,
lo mismo que el tajamar
del navío al navegar
que se adentra en su pecho
cuando le besa la mar.

Ese beso es la promesa
que se tatúa en la mar
por la fiel naturaleza,
cuando la mente de Dios
la engendró un día al soñar.
                 *
                            

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