domingo, 9 de junio de 2013

REVERDÍAS.


   CUANDO LEEMOS A UN AUTOR. 
                             *
Cuando leemos a un autor,
el hombre, se lo imagina 
como una especie de dios:
cuando no se le conocemos,
ni hemos escuchado su voz.

En cambio del escritor
se conoce su persona,
buscamos de su interior
la más negativa sombra.
Al pensar que no hay razón,
para crear algunas obras
que su pluma, nos dé amor.

Siempre se cumple el adagio
de no creer al profeta
por los hombres de su barrio.
De ahí que surja el dolor,
cuando el hombre de tu pueblo

le supone embaucador.
¿Puede haber algún veneno
más mortal que tal razón?
Cuando lo enterramos, es bueno,
Vivo, el que menos.  UN DETRACTOR,
                  *

No hay comentarios: