Como Rey del mundo entero
eres Él mejor navegante.
Te
colgamos de el madero
de
una manera humillante.
Quiero
ir en tu velero.
Yo
quiero ser tripulante
en
esos mares del Cielo
aunque
sea de aspirante,
o
cual un simple marinero.
Con los clavos del madero,
las
heridas penetrantes,
sangrando
como un cordero
los
hombres te convirtieron
en
un silicio aberrantes.
Déjame ser tripulante
de tu barquito
velero.
Quiero
recoger la sangre
que
aquellos otros vertieron.
Déjame
ser navegante.
Para llegar a la meta
y gozar de la eternidad.
Acéptame este
cantar
que es igual que una saeta
que te he querido ofrendar.
No quiero la liberta
si mi alma ha de estar muerta.
No quiero verte llorar
en el quicio de mi puerta
cuando me sonría el mal.
Prefiero no despertar
de los sueños del poeta
que en dulce me hacen soñar.
Eres el Rey del Universo
de los vivos y no muertos.
Yo quisiera navegar
con mi barco hacia tu puerto,
donde encontraría la paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario