viernes, 15 de marzo de 2013

VENDO MUÑECAS DE SUEÑOS.

   

          Me gustaría inventar un poema
que las palabras y aliento
fuesen olas de bondad,
que el dolor y el pensamiento
se pudieran encontrar
en fronteras de lo eterno
donde  no existe el final.

         Vendo muñecas de sueños  
que se amontonan en el pecho
de los recuerdos dormidos.
Y en las alas del papel
se dejan oír sus gritos
igual que el batir de olas
que salpican cual granito,
cuando se hayan sumergidos
como si fueran suspiros
que se dejan acariciar
por la sonrisa del alma.

Como si fuesen hermanas
del brillo de las estrellas
o suntuosos corales
reflejando desde aquellas,
la luz que derrama el aire
que mueven el interior
dormido del pensamiento.
Ese, que como una flor
que hombre mantiene dentro
del alma y el corazón.                                       

         De ahí que sea las muñecas
como ninfas derramadas
de las cascadas del tiempo
o de diosas encantadas
que llegaran desde el Cielo,
a bañarse en las aguas
de aquellos brazos abiertos
de las praderas de dulces
que el hombre mantiene dentro
tatuado con el fuego,
del calor que derramaron
los nobles progenitores
que le dieron tanto aliento. 

         Por lo cual dichas muñecas
cada cual le dará forma:
según sean sus recuerdos,
mantenidos en las sombras
de unos lejanos momentos,
casi de sueños olvidados
y que muerden sin compasión
los entresijos del tiempo.
                 *

No hay comentarios: