¿Habrá algún grito más grande
que el que dan los corazones
de dos pechos que se funden
en los brazos del amor?
Cuando ese grito se rompe
por alguna incomprensión,
es cuando se siente el hombre
ahogado en su interior.
Dolor que llaga a la herida
de ese mismo corazón
que pudo entregar su vida
en más de una ocasión.
Ocasión que se rompió
en pedazos tan pequeños,
con nada que confundió
a los dos, en amargos sueños
El amor es una flor
que hasta llega a palpita
en llamaradas de calor
que a veces el hombre
marchita,
y en el viento se van las
hojas
sin aroma ni color.
El desamor las despoja
de su más fragante olor.
Colmarles
de gratitud
para
que el grito no muera.
Y
así no será una cruz
para
nadie tan siquira
llegue a oscurecer
su luz
que
han de llevar cual bandera.
Yo sé que el amor perdura
cuando ese árbol se riega,hasta que el fruto madura:
más allá, del más afuera
de la agreste sepultura.
*
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