viernes, 22 de febrero de 2013

EN EL SUEÑO DE LA PAZ.



La distancia es un espacio
que separa, apenas nada
del camino por andar.
Es el filo de un espejo
que deja pasar la luz del tiempo
apoyado en las alas de la noche
y que va surcando las esquilas
de su propio pensamiento.

Y el pensamiento que cierra
los ojos que, ya no tiene,
con el que llega a acariciar la sombra
del beduinos recuerdos.
Allá, en la profundidad de un  desván
retorcido en las garras del silencio.
 
Y el silencio grita sin
llegarle a despertar,
aquellos labios sin brillo
y los ojos acristalados
que no ven la claridad
de la distancia dormida
en los brazos de la paz.
Esos son los sueños que cabalgan
         en  las sombras de una nada.

                  *

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