miércoles, 12 de diciembre de 2012

SIENTO COMO UN ESTALLIDOS


Siento como un estallido
en la sombra de la noche
que arañan las escamas
de un alma cansada y fría
y el silencio de la soledad
me grita despavorida,
cual furia de un huracán. 

Un día el hombre, llorará
cuando se cierre mi puerta
y hasta se maldecirá
porque no miró al poeta
cuando aún podía hablar 

Es muy fría la verdad
que araña sin compasión
y con hastía crueldad
el fondo del corazón. 

 Llorar, ¡no voy a llorar!
aunque me ahogue el dolor,
porque hay en mí, un caudal
que me lo alimenta Dios,
para que pueda gozar
 
del fruto de un dulce amor.
Amor que dá libertad
al  alma y al corazón
y a la pluma al derramar 
lo que anida en mi interior.

Por lo cual, que nadie llorare,
en todo caso, cantar
al pensar que un día tal vez
el hombre abrevara,
en la fuente de la miel,
con la que se embriagará
       sin cansarse de beber.

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