Aún no he podido comprender,
por qué se
desatan tormentas en mi pecho,
ni siquiera me atrevo a mirar esos vientos
que levantan
polvaredas en el alma.
En cambio, sí que veo en tus ojos
que sin
quererlo se sumergen y trasladan
a las cavernas
de un espacio sideral,
sepultado más
allá del corazón:
y traspasado
con la espada del silencio:
y aún no llego
a comprender
¿Por qué tu
sombra me sigue hasta dormido?
*
TAN SÓLO PUEDO OFRECER.
*
Tan sólo puedo ofrecer
destellos del corazón,
cómo una gota de miel.
Mi riqueza, es el amor
derramada en el papel,
donde traslado ilusión
a quien me quiera leer.
*
LOS SILBIDOS DE LA NOCHE.
*
Los silbidos de la noche
se van
clavando en mi pecho,
hasta
que abren la herida
de
recuerdos al pensamiento.
Y entonces
veo que la sangre
se
extiende como la larva
en los
rincones del alma,
para
coagularse luego
como
sombras de una nada,
más allá de los recuerdos.
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