miércoles, 28 de noviembre de 2012

SOÑANDO FUI A UNA ESTRELLA.

 

Soñando fui a una estrella
           que está muy serca del Sol,
           y al encontrarme con ella,
           me mostró la Osa Mayor.
           Al guarecerme en aquella
           me convencí que el Creador,
           no necesita fronteras,
           ni espacio a su alrededor
           para que todos supieran
           la grandeza de su amor.
    
           Con tal fuego yo soñé
           que hasta jugaba con Dios,
          y hacíamos dulces de miel
         que Él me dio con gran cariño
         para llevarle a los niños
         que no tienen que comer.

         Que inmensa es Su Bondad,
        la que no sé comprender
        que en los días de navidad
        no se convierta tal sueño
        en gestos de realidad
        que sacie a tantos pequeños.

        Espero hallar las razones
        que nos lleguen a aclarar  
        a los inicuos corazones
       ¡cómo dar un poco de pan!
       A esas brillantes legiones
       de niños que han de sembrar

        los pilares del estambre
       que al hombre ha de amparar,
       si no matamos de hambre
       a esa bella humanidad
       que van derramando sangre
       por sus ojos al llorar.

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