Soñando fui a una estrella
que está muy serca del Sol,y al encontrarme con ella,
me mostró
Al guarecerme en aquella
me convencí que el Creador,
no necesita fronteras,
ni espacio a su alrededor
para que todos supieran
la grandeza de su amor.
Con tal fuego yo soñé
que hasta jugaba con Dios,
y hacíamos dulces de miel
que Él me dio con gran cariño
para llevarle a los niños
que no tienen que comer.
que en los días de navidad
no se convierta tal sueño
en gestos de realidad
que sacie a tantos pequeños.
Espero hallar las razones
que nos lleguen a aclarar a los inicuos corazones
¡cómo dar un poco de pan!
A esas brillantes legiones
de niños que han de sembrar
si no matamos de hambre
a esa bella humanidad
que van derramando sangre
por sus ojos al llorar.
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