Me alimento de tus ojos
y de tu rosada piel.
Bebo de tus labios rojos
la dulzura de la miel.
De tu fragancia recojo
tus destellos de mujer.
Voy besando las pisadas
donde tu anduviste ayer.
Voy leyendo en tus miradas
una y una y otra vez.
Y de tus auras encantadas
me voy bebiendo la hiel.
Cómo alcanzarte quisiera
en los páramos del cielo,
y ponerte de bandera
en estrellas y luceros
para que el Mundo supiera,
lo mucho que yo te quiero.
Te llevaré mientras viva
gravada en el pensamiento,
más allá del mas arriba
de las fronteras del tiempo
y cuando el cielo lo diga,
aún sentiré lo que siento.
Cuándo apenas ya sea brisas
de una quimera tu cuerpo:
brotarán de las cenizas
de mi alma y pensamiento,
cascada de alegres risas
del amor que por ti siento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario