jueves, 19 de abril de 2012

ESPERO QUE LLEGUE AL CIELO

                       
                

        Me sentí como una pluma,
        sensible como una flor.
        No fue tan sólo al quererte;
        fue mucho más aquel amor.

       Tan sólo con conocerte
        para mí, fue luz del sol.
        Fuiste agua trasparente
        que me endulzó el amargor.

        Fuiste y eres la musa
        de mi pluma e ilusión.
        Eres la aurora del día
        que incrementas mi canción.

        Notas de una melodía
        y en mi pecho la ilusión.
        Fuiste, la mayor alegría
        que me inunda el corazón.

        Por ello en cada mañana
        y en la postura del sol;
        aún estando muy lejana
        sigue en mi pecho tu amor. 

        Porque no puede morir
        la luz que emana del cielo,
        ni las estrellas, ni el mar,
        ni la luz que da un lucero,

         ni el alba al despertar.
        Sí acaso, el pensamiento
        cuando deja de pensar;
        al pesar que tú no habrá muerto.

       Cuando mis manos sean yertas
        y mi pluma sólo hielo.
        Vivirás en mis poemas
        Proyectados hasta el cielo.

        Navegáremos en los mares
        y más allá de los tiempos,
        en los más bellos lugares
        donde no hacen falta cuerpos

        y volveré a improvisar
        sin tinta de algún tintero
        y te diré una vez más,
        sin palabras. ¡Que te quiero!

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