viernes, 23 de marzo de 2012

SÉ QUE FUE UNA PRIMAVERA

       
        No puedo precisar,
        creo que había nacido la primavera
        o caminaba libre con su despertar.
        Lo que si recuerdo y vivo está,
        es que fue la vez primera
        que vi tu pelo volar.
        Aquella hermosa, cabellera
        de rubio y fino azafrán.

        El aire dibujaba en tu veste
        olas que diría yo, del mar.
        No vi el color de tus ojos
        por la distancia quizá
        o porque escondías la mirada
        trémula al verme pasar,
        sobre aquella yegua blanca
        al regresar de labrar.

        Tan sólo por un instante
        cruzamos nuestras miradas
        y no supe el reaccionar.
        Te dije, hola, sin más
        y tu como una amapola
        me contestaste igual.
        Tú, tenias trece años
        yo tan sólo uno más.

        Fue la primera vez
        que sentí frío en el alma.
        Tiritaba como pluma
        mi aliento al respirar.
        Qué extraña sensación
        la explosión de tu mirada.
        Como un volcán en erupción
        despertó en mi corazón
        lo que nunca imaginara.
   
       No hablamos apenas nada,
        con un hola, nos bastó
        para firmar el compromiso
        que el cielo nos regaló.
        Ni con los años, ni el viento,
        ni con los rayos  del sol,
        sean podido borrar
        aquella llama de amor.

        Sigues viva en la distancia
        como el fuego en un crisol;
        donde quedaron fundidas
        dos vidas en un corazón
        y no abra quien las divida
        mientras vivas tú, o yo,
        o haya una primavera
        que germine alguna flor.

No hay comentarios: