Contemplando el firmamento
veo en ello tal grandeza.
Qué pequeño que me siento:
soy una átomo del viento
que termina donde empiez
Voy mirando el astro Rey
que me deslumbra los ojos.
Qué pequeño viento soy,
sólo una nada a su antojo.
Y en éste pensar estoy
soñando que a él le cojo.
Estrellas del firmamento
que me gusta contemplar,
aunque soy pequeño y viento,
quiero entre ellas saltar.
Sueño tras ellos corriendo
y que las puedo
alcanzar.
A medida que los tiempos
van avanzando por mí,
más lentos se hacen los
vientos
que se quedaron aquí.
Ya sólo seré un lamento.
Lamento que a caso fui.
Alguien pensará que fui
un día parte de un viento.
¿Existí o no existí?
Ya sólo seré un recuerdo
que se borrará al fin
y pasaré a ser un cuento.
Estaré en las estrellas
bordando el Universo,
he iré saltando por ellas.
Mi sueños serán por eso
una realidad muy bella.
¡No termino! Es qué empiezo.
Dejo
plasmado en poemas
de lo que creo que fui
de un viento o
una quimera.
Quizás que un
suspiro fuera
De las brisas que fingí
de una supuesta cadena
de eslabones que abrir
Viento que sopló algún día
y las flores fue moviendo.
El mismo viento savia
que se marcharía corriendo
y de él, sólo quedaría
parte de su pensamiento.
Pensó que fue un huracán
que con el mundo podía
y sopló sin descansar,
a pesar de que él savia
que su soplo no fue nada
de lo que en su pecho había.
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