Como palomas al viento
va el velero al navegar.
Con las velas bien henchidas
como un potro al galopar.
Tiene más sabor la vida
cuando vas surcando el mar.
Que
bonito aquél velero,
con su proa desgarrando
los sueños del marinero.
Sin timón lo va llevando
con la mirada en el cielo,
a los páramos azules
donde le guía el lucero.
El sueño del navegante
se va sintiendo flotar
entre la aguas y el cielo,
dejando la tierra atrás
y contemplando el lucero
en el alba al despuntar.
El alma del marinero
cuando se adentra en la mar,
se enreda con los luceros,
dejándose acariciar
por la sonrisa del cielo
y empapando hasta llegar
a los bucles de su pelo
que rozan el tajamar
del sueño del marinero.
El marino al navegar
en los mares de sus sueños,
se
convierte en capitán.
Y entre sus brazos pequeños
es un gigante en la mar,
cuando la brisa se mezcla
con su cuerpo y el coral.
Con
firmeza al navegar,
va soñando en su velero
sin ninguna oscuridad.
Ve las columnas del cielo
con inmensa claridad.
Gozar de la eternidad
Gozar sí, de ella quiero
en brazos del más allá.
Será mi premio postrero.
¿No es la vida navegar
en un barquito velero,
para poder arribar
a
los altares del cielo?
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