Como se bañan mis ojos
cuando contemplo aquel álbum
con su colección de fotos.
Son importantes retratos
que hasta me provocan llantos
Cuántos recuerdos de amigos
y queridos familiares
que de la tierra se han ido
a dormir en otros lugares.
En el cielo se han metido
o al cielo que
han merecido.
Son las sombras de las tardes
auroras de amanecer.
Es la imagen de los padres
que vuelven a renacer.
Son aguijones punzantes
que aveces yo creo, hasta ver
y nunca puedo tocarles.
En la noche de los tiempos,
siento del reloj el tic tac
que pasa como un reflejo
y nadie puede pensar,
como se van a lo lejos
hasta llegarse a borrar
los testigos de ese espejo.
Voy contemplando retratos
de mil latentes recuerdos.
Voy recordándoles a tantos
de aquellos amigos que han muerto.
Y mi alma está llorando
en este mundo desierto.
Mi amigo, mí compañero
que navegará en mi barco.
Hoy navega en el cielo,
el hijo que llevo dentro.
Hoy ira en su barco velero
e irá surcando los mares,
las estrellas y luceros.
Lo va
marcando el reloj
con ese lento tic tac,
donde me aproximo yo.
Odio el tic tac del reloj
que va marcado la una
y pronto darán las dos.
Va consumiéndose el tiempo,
del espacio que pasó.
El mismo que pasará
para un día juntarnos los dos
con el rápido, tic tac
que apenas sé, sí estoy yo,
aquí o en él más allá
en la nansión de Creador.
en la nansión de Creador.
Esos recuerdos que pasan
grabados en la memoria.
Tántos nombres de mi casa
ya son paginas de historia.
Hasta las aguas se amansan
con el tic tac de las horas,
al consumirse del tiempo
el espacio que devora,
lo que fue una
realidad.
Tal vezes quimera que ahora,
es pasto de
eternidad...
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