jueves, 5 de mayo de 2011

IMPERFECCIONES AJENAS

Cuando te mires en mi espejo
contempla bien tu retrato.
Si me das algún consejo,
procura que sea barato,
ya que al mirar, mi reflejo
en los tuyos me delato.

¿Buscas la hastía codicia
que hay en mi corazón?
Pues veras que tu avaricia
no encuentra la solución
del presente que te asfixia,
¡Y no me des la razón!

¿Quieres ver de mi cultura
los defectos en la poesía?
y en cambio no ves la altura
que alcanza tu fantasía.
Lo mío, siendo locura
convierte la noche en día.

No tires nunca una piedra
sin medir bien la distancia,
ya que amarga como hiedra
mezclada con la ignorancia.
Tal vez sin querer tu hierra
al concederme fragancia,
la que es hija de la tierra
que siempre nos dio elegancia.

"¿Cuántos veremos la paja
en ojos del semejante
y en su mente le amortaja?"
Sin buscar lo de flagrante
que a su pecho le relaja
y, hasta me llamas tunante.

Yo no puedo comprender
del hombre ciertos eventos,
cuando alardea de saber
con su frágil pensamiento.
Yo sólo sé el componer
o al menos siempre lo intento.

Por lo cual quiero inventar
Con los sueños a una criatura
que llegue a tolerar
mi deficiente cultura.
¡Siempre que sea capaz
de exhibir cierta dulzura!

Creo que puedo aportar
lo que navega en la mente
y lo intento trasladar
a aquella sencilla gente
que se contenta al nadar
sobre espejo transparente.

No quiero herir con destellos
de los estridentes labios,
aquellos romances bellos
que sembraron hombres sabios.
Yo siempre, me apoyé en ellos,
porque me son necesarios.

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