jueves, 14 de abril de 2011

CINCO SONETOS.

CUANDO VEAS ALGÚN HOMBRE PENSATIVO

Cuando veas algún hombre pensativo
con su vista perdida en lontananza.
Seguro es que en su pecho la añoranza
y se mantiene en su alma cual cautivo.

El hombre al soñar siempre está vivo,
ya que en sueño mantiene la esperanza
y le inyecta al corazón la confianza
que convierte algo de él, en positivo.

Dejarle que pueda sueñar despierto,
si para él, es la paz y felicidad
y siente de las sombras alguna voz

que dá forma a las quimeras de aliento
y que amamanta en sus auras la bondad,
ya que vuela con sus sueños hacia Dios.
-

DE QUÉ ME SIRVE EL ANDAR

¿De qué, me sirve el andar entre zarzales
y en los estigios de cumbres tenebrosas?
Si se fueron de las manos aquellas cosas
tras los siniestros intemporales.

¿Para qué sirvió conquistar caudales?
Si nadie va con ellos a las fosas,
ni precisan ramplones y otras cosas.
Nada valen las conquistas materiales.

Se dice "Tanto tiene tanto vales"
No es posible el pagar tan alto precio
en aras de la gente que te quiere.

Convirtiendo la amargura en pedernales.
Es por ello que más daño hace el desprecio
del que amas y supones que te quiere.
*

CADA ESTROFA DE MIS VERSOS.

Cada estrofa plasmada de mis versos
y cada rasgo que sale de la pluma,
lleva en su interior lo que es la suma,
del abrazos de los más ardientes besos.

Mi alma se fragmenta en los anexos
extendidos como nieve o en la bruma
que ni el tiempo será quien los consuma,
ni después de las cenizas de los huesos.

Mis versos son cual un cristal amarillo
que se enredan como yedras en los labios
y trepan en la sombra de tu pecho.

De rodillas te daré el más sencillo
aún sabiendo que un día dirán los sabios
que fui mofa, de un lego del deshecho.
*



UNA MAÑANA AL DESPERTAR.

Tengo ganas que algún día al despertar
que la sombra del camino que halla andado,
no me diga que todo fue pecado,
y que no sienta tantas ganas de llorar.

No es posible que no pueda, ni mirar
porque todo lo que veo está vedado;
lo qué supone el vivir desconsolado
sin llevar algún dulce al paladar.

Son las formas que de niños me inculcaron,
cuando es, de suponer que no fue Dios
el autor de un sentido rancio y pobre.

Algunas veces creo que lo inventaron,
los diosecillos con abuso de la vos,
para tener sometido siempre al hombre.
*


POR LOS QUE SUFREN OPRESION.
*
Si la Luna me prestara hoy su espejo
y de la mar pudiera alcanzar
los destellos de la alfombra del coral,
galopando llegaría a lo más lejos.

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