viernes, 25 de marzo de 2011

¿HABLAMOS DEL AMOR?

Voy a intentar medir
la capacidad del amor,
su peso y la distancia
sin hachas de destruir.

Ya que no hace falta esfuerzo
para amar a los semejantes
y si mucho para adiar.

El amor no es una sombra
de un fuego sin apagar,
es simplemente una obra
de consistente caudal.

Un latido que del pecho
llega a ser cual un fanal
que con dulzura se ha hecho
para adornar tal manjar.

El amor se debe atar
con los cordones de alma,
y no dejar de cuidar
para que dure su flama.

El amor es una daga
que hasta puede destruir
aquella cuando se apaga
el fuego que fue el vivir,

una noche o una mañana
de algún principio sin fin
que moró en su ventana
como flores de aleéis.

El amor es una abertura
donde se adentra el soñar
de enamoradas criaturas
que lo saben valorar.

No dejen entrar la sombra
que la pueda destruir,
ya que el amor es una obra
que llega de otro confín.

Y con amor les suplico
que cuiden ese jazmín,
ya que no habrá pobre ni rico
que no lo pueda sentir…

De ahí que sea el corazón
el pilar que lo sostiene,
sí es que no hay una razón
“pa” decir que no conviene.

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