jueves, 27 de enero de 2011

SI TE EXPLOTA EL CORAZÓN.

Si te explota el corazón
y sientes gritar el alma,
no los detengas,¡por Dios!
que ese fuego es una llama
que te inunda el interior
de un espíritu, cual flama
que el cielo te regaló,

para que en nadie esa danza
muera sin ver el calor
de la más dulce esperanza
que jamás el hombre inventó.

Yo bien sé que me dá el cielo
cantidad que no merezco
de su Espíritu de fuego.
Y es que la bondad de Dios
no es comparable a ese don
que el hombre promete luego
al que le niega el perdón.

Por eso no quiero nada
que no me llegue de Dios.
Tú manda cada mañana
y a la postura del Sol,
más de lo que imaginara
a este humilde pecador
que va danzando sin alma.

Señor, acepta esta oración,
no a cambio de lo que pido,
si acaso por redención
de tanto que te he ofendido.

Siempre ignoré lo que hacía;
y culpé a la maldición
que la mente suponía
que me llegaba de Vos.
Y la realidad más fría
es que no escuché Tu voz,
ni siquiera en la poesía
que de tu mano llegó
una noche o a pleno día,
para inundar mi en interior
del soplo que Tu me envías
de un radiante esplendor.

Lo mismo que una bandera
de un glorioso batallón,
he de enarbolar Tu nombre,
sin dejar ningún rincón
de ese confundido Orbe
donde no llegue Tu amor,
porque no lo vea el hombre.

Por suponer que no hay dios,
como yo cuando clavaba
espinas en Tu Corazón,
ya fuera con las palabras
o produciendo el dolor
a los que en verdad me amaban.

Por eso en dicha explosión
que ha despertado a mi alma
me induce a pedir perdón
y a empezar cada mañana,
a cabalgar sin temor,
en toda puerta y ventana
de Tu inmensa creación.

No hay comentarios: