lunes, 18 de octubre de 2010

ME ENAMORÉ SIENDO UN NIÑO

Me enamoré siendo un niño
de una flor como una estrella,
y aun perdura mi cariño
por esa rosa tan bella.

Me enamoré de sus ojos
y de su candente bondad
y aun sigo enamorado
de su gran humanidad.

Sí con rasgos de la pluma
pudiera mandarte el pecho;
me arrancaría el corazón
y en dos pedazos, desecho;
en forma una oración
te lo mandaría, mi amor
a esa gran constelación.

Te lo entregaría, mi amor,
si yo, no fuese una sombra
que duerme en algún rincón
muy distante de la gloria.
Como si fuese un ladrón
que quiere robar la joya
que un día, Dios reclamó,
para que eclipsara el sol.

Yo pintaría las estrellas
con pinceles de papel.
Y dibujanrí con poemas
tu donaire de mujer.

A tu lado fui sintiendo
lo que me cautivó el alma;
una y una y otra vez.
Lo que hoy me voy bebiendo
como una copa de hiel,
cada sorbo del recuerdo
que tu amor dejó en mi ser.
Como una esponja de bronce
voy absorbiendo tu piel...

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