martes, 10 de febrero de 2009

RECUERDOS LEJANOS

Me sentí como una pluma,
sensible como una flor.
No fue tan sólo al quererte;
fue mucho más aquél amor.

Tan sólo con conocerte
para mí, fue luz del sol.
Fuiste agua trasparente
que endulzó a mi amargor.

Fuiste y eres la musa
de mi pluma e ilusión.
Eres la aurora del día
que despierta en mi canción,

notas de una melodía
y en mi pecho la pasión.
Fuiste, la mayor alegría
que me inundó el corazón.

Por ello en cada mañana
y en la postura del sol;
aún estando muy lejana
vives en mi pecho, tu amor.

Porque no puede morir
la luz que emana del cielo,
ni las estrellas, ni el mar,
ni la luz que da un lucero,

ni el alba al despertar.
Sí acaso, el pensamiento
cuando deja de pensar;
a pesar que no habrás muerto.

Cuando mis manos sean yertas
y mi pluma sólo hielo.
Vivirás en mis poemas
entre la tierra y el cielo.

Navegáremos en los mares
y más allá de los tiempos,
en los más bellos lugares
donde no hacen falta cuerpos:

y volveré a improvisar
sin tinta de algún tintero
y te diré una vez más
sin palabras. ¡Que te quiero!

No hay comentarios: