viernes, 13 de febrero de 2009

SOLAMENTE UNAS PREGUNTAS

Me gustaría preguntarle a la noche
sin que nadie notara mi locura.
¿De qué color es el viento en las alturas
y el silencio en la mañana de tambores,
cuando salen las ranas y caracoles
deformados por sonidos de cañones?

Quisiera preguntar ¿Por los sueños
del bebé que se mece en una cuna.
Por el intelecto de los peces en el mar.
Por la luz que ilumina la ceguera
cuando no haya el camino para andar,
o que no supo del color de las estrellas?

Si pudiera preguntar, preguntaría.
¿De qué color es el llanto del corazón
o la sombra que destella la alegría?
Preguntando, si pudiera llegaría.
¿A saber del filo de las espadas del amor
o la luz que desprende la agonía
o el color del latido del dolor?

Quisiera preguntar, si me dejaran,
por los nombres de los hijos de la muerte?
Preguntando llegaría a preguntar
¿Por la forma y la cara de la suerte?

Que contesten los doctos más ilustres
a los gritos que emanan de mi mente.
Al llanto del rocío o la fuente
o a las aguas que galopan en los mares,
soportando las basuras de la gente.

Solamente me contesta una amapola,
un canario, un jilguero y un faisán.
Con el viento navegaban en las olas
y sus colores se perdieron al volar.

El canario que lloraba con su cante
en su llanto proclamaba ¡Libertad!
El jilguero convertido en tripulante,
de un velero bergantín, vuela en el mar.

El jilguero me explicaba amargamente.
No entender a los hombres en su andar;
y decían que cuando no estaban llorando
–van buscando a quien puede criticar.

El faisán se expresaba con la mente
y preguntaba con dulzura y cariño,
–¿Por qué tienen que morir en ultramar
las legiones, indefensas de los niños?

A mis sueños no les quiero preguntar,
ni a la noche, por estrellas o luceros.
Porque nadie me quiere contestar.
¿Por qué el calor se elimina con el hielo
o la miel se derrama del panal,
o la hoguera es como espada del fuego,
o el cautivo no tiene libertad?

Los mayores hacen serio cualquier juego
y con el fuego siempre han de quemar
lo bello y hermoso de los pueblos
y se justifican luego,
culpando de sus errores a los demás.

No hay comentarios: