jueves, 12 de marzo de 2020

CUATRO DÉCIMAS.



Hay en mi pecho una llama
que me abrasa el corazón;
es un  volcán en erupción 
sin la compasión del alma
que en mi interior se derrama
el calor de un bello amor
que con tus labios en flor
me trasladan a la lactancia,
y percibo de mi infancia
un  dulce que no hay mayor.
                 *
Flores rojas encendidas
son tus labios linda flor
que con el fuego mayor
hacen en los míos heridas
que hasta mis auras cohibidas
se engrandecen al llegar
hasta tu pecho abrevar
del suspiro más ardiente
que mortal tuvo en su mente,
ni en más arduo paladar.
                 *
Qué vengan del cielo entero
ángeles a comprobar
y legiones a explicar
al mundo lo que te quiero.
No existe ningún tintero,
ni pluma que sea capaz
de escribir lo que es verás
de lo que siente mi mente,
que más allá de la muerte
mi amor por ti, será más.
                                                      *            
Al pintar el nuevo día
siempre doy gracias a Dios
y también oigo su voz
que me colma de alegría.
No sé, si en Él, yo qué haría
si me falta la esperanza.
Para mí es su alianza,
manantial que me da vida
cuando mi alma se olvida
del amor que Dios me lanza.
                                                  *

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