lunes, 18 de noviembre de 2019

UNA PAUSA EN EL CAMINO.



Intento guardar la pluma.
Me apetece descansar.
Voy a irme a la laguna
que me ofrece el ancho mar
a disfrutar de su espuma
y de sus algas, respirar.

Voy hacer del sentimiento
un silencio en soledad     ,
y aparcaré el pensamiento
  en la sombría  oscuridad.
Espero que el sol y el viento,
fortalezcan mi ansiedad.

Y cuando acabe este evento,
si  la mi pluma emana miel
con mis yertos pensamientos
y soy los mismos que ayer:
sacaré de mis adentro
lo que llevaré al papel.
 
Quizás mi mente se aclare
con la luz del nuevo día,
si me poyo en los pilares
de la sacra simetría.
Entonces dibujaré
la rosa de la ambrosía,
como colmenas de miel
enredadas en la poesía.

Pero si, a ésta  no llegara
le pido al cielo bondad                                
para iluminar mi cara
con nítida claridad.
Claridad que iluminara
la afluente oscuridad.
                                         *


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