Fui preso en libertad
en una jaula de oro.
Y ando en la soledad
sin saber, ni por que lloro.
Soy cautivo de palabras
que ya se fueron al viento.
Soy prisionero que guarda
secretos de un viejo evento.
Carcelero de dulzura,
que pondría en libertad,
si no fuese una locura
condenar la humanidad.
Condenado eternamente
a éste preso en libertad.
Aunque se mofe la gente
de lo que sé, que verdad.
Si me pudiera libra
de esos barrotes de acero,
le diría al mundo entero,
dejadme preso soñar.
Prefiero estar prisionero
entre espinas y azahar,
y no escuchar embusteros
que me ofrecen las estrellas y la
mar
y hasta la gloria del cielo.
Y me privan de las miradas
de la noble humanidad;
clavándome las espadas
y diciéndo que son verdad
sus mentiras calculadas.
Adoro, el cielo, ya conocido
y no fabulas adornadas
de creyentes arrepentidos.
que son los dioses de nadas
sumergidos en el olvido.
Y preso prefiero estar
en nuestro rincón de España,
respirando libertad;
aunque se suelen encontrar
serpientes y alimañas
o algún acto criminal.
*
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