Sólo te pido Señor
en esta noche de paz
que encuentre, el
resplandor
de la luz y la bondad,
cual los destellos de sol.
Del sol de la humanidad
y la luz del más allá.
Para hacer una escalera
con peldaños de amistad,
capaz de amansar mí fiera.
También te pido Señor
salir de mi atolladero
y dejar de mendigar
las migajas que en el suelo
voy recogiendo al pasar.
Cual si fuese un fematero
en medio de un muladar
que quiere decir, ¡te
quiero!
y no lo sabe expresar.
lo que hay en su tintero.
Eres sostén de mi aliento
y sin llegarte a explicar
lo que es mi vida y
aliento.
Aun sin llegarte, ni hablar,
Tú, lees en mí pensamiento
y sabes cual es el fanal
de lo que yo llevo dentro.
de deseos de humildad
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario