miércoles, 15 de octubre de 2014

SIENTO COMO UN ESTALLIDO.


 
Siento como un estallido
en la sombra de la noche
que arañan las escamas
de mi alma, cansada y fría.
Y la silenciosa soledad
me grita despavorida,
cual furia de un huracán.

Sé que un día, el hombre llorará
cuando se cierre mi puerta
y hasta se maldecirá
por no escuchar al poeta
cuando aún podía hablar. 

Es muy fría la verdad
que araña sin compasión
y con su hastía crueldad
el fondo del corazón.

Llorar, no voy a llorar
aunque me ahogue el dolor;
porque hay en mí, un caudal
que me lo alimenta Dios,
para que pueda gozar
del fruto de un dulce amor.
Amor que da libertad
a mi alma y a mi voz
y a la pluma al derramar 
lo que emana en mi interior.
 
         Por lo cual no lloraré,
en todo caso,cantar
al pensar que un día tal vez
el hombre abrevara
en la fuente de mi miel,
con la que se embriagará.
           *

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