martes, 21 de octubre de 2014

BIEN SÉ QUE SOY POCA COSA.



Qué poca cosa que me siento
de un viento que no existió.
Pienso que soy un evento
sin huellas dignas del tiempo
antes de ser una mención.

Pero me siento contento
con lo que el Cielo me dio,
ya que con ello me adentro
en los brazos del amor
para no sentirme muerto,
 
entre la estirpe vivientes:
que me creen un soldo, ciego
o que juego con lamente
con la in lucidez de un lego,
sin positivos en la frente.
 
No quiero hablar del ayer
porque empaña mi sonrisa,
ni recodar el mañana
por que llega muy de prisa
con sus periplos de nada;
 
nada que sea positivo
ya que en él, veo mis las cenizas
esparcidas en el olvido,
en una tumba blanqueada
que sepultarán conmigo.

Pienso que en algún mañana
y con la mayor amargura,
aunque tarde se dirán:
no le compadezcan más
al que puso la dulzura

que legó del manantial
de sus triviales figuras.
esas que no olvidarán
de mi aparente locura,
legadas a la humanidad.
                               *

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