jueves, 8 de noviembre de 2012

¿RECUERDAS AQUELLA NOCHE?

      

   ¿Recuerdas aquella noche
        en la rivera del mar?
        Tus pies desnudos en la arena
    como el agua, eran cristal.

    ¡Fue en agosto! En luna llena,
         nunca lo podré olvidar.
        Tus ojos estaban brillando
        como las aguas del mar

   y yo ardiente miraba
        tu piel de bronce y coral:
        cuando el agua te bañaba
        yo me sentía muy mal;

   eran celos que minaban
        más allá de la amargura;
        porque la mar me quitaba
        el fuego de tal dulzura

    y busqué en la oscuridad
        la fragancia y la hermosura.
        Lloré, de tanta felicidad
        al abrazarte, criatura.

   Fuiste la rosa mas pura
        que el cielo pudo engendrar.
        Fuiste mi dulce amargura
        convertida en manantial

   de  mi musa y la cordura
        y baluarte de bondad
        que convirtió hasta en locura
        mi amor, por tu alacridad.

   Sembraste sobre mi cuerpo
        un alma de nítida,
        donde se tatuaron besos
        que nadie podrá borrar,

   ni aún la diosa Atenea
        sería capaz de inventar,
        el amor que capaz sea,
        que al mío, pudiera superar.                 

   Cuándo despierte ¡Dolores!
        de la mansión del yazca;
        seguro que hasta las flores
        te irán al cielo a buscar.

   Te llevarán en alfombras
        a los mares de cristal.
        Te bañarán con perfumes
        de almizcle y de azahar

    y cuando ya te hallan puesto
        los veste más relucientes;
        cabalgaremos en las nubes
        juntos con mi pensamiento

   y estarás donde te tuve
        en mis brazos todo el tiempo.
        Y allí inventaré una nube
        que no pasará, ni el viento

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