¿Recuerdas aquella
noche
en la rivera del mar?Tus pies desnudos en la arena
como el agua, eran cristal.
Tus ojos estaban brillando
como las aguas del mar
cuando el agua te bañaba
yo me sentía muy mal;
porque la mar me quitaba
el fuego de tal dulzura
Lloré, de tanta felicidad
al abrazarte, criatura.
Fuiste mi dulce amargura
convertida en manantial
que convirtió hasta en locura
mi amor, por tu alacridad.
Sembraste sobre mi cuerpo
un alma de nítida,donde se tatuaron besos
que nadie podrá borrar,
ni aún la diosa
Atenea
sería capaz de inventar,el amor que capaz sea,
que al mío, pudiera superar.
seguro que hasta las flores
te irán al cielo a buscar.
Te bañarán con perfumes
de almizcle y de azahar
cabalgaremos en las nubes
juntos con mi pensamiento
Y allí inventaré una nube
que no pasará, ni el viento
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