jueves, 26 de mayo de 2011

YO SÉ QUE TU NO HAS MUERTO...

Frágil como una pluma.
Sensible como una flor.
No fue tan sólo el quererte;
fue mucho más, aquél amor.

Tan sólo con conocerte
para mí, fue luz del Sol.
Fuiste agua trasparente
que endulzaría el amargor
que resbalaba en mi frente.

Fuiste y eres la musa
de mi pluma e ilusión.
Eres la aurora o medusa
que anidas en esta canción,

notas de una melodía
y en mi pecho la pasión.
Fuiste, la mayor alegría
que me inundó el corazón.

Por ello en cada mañana
y en la postura del Sol;
aún estando muy lejana
vive en mi pecho tu amor.

Porque no puede morir
la luz que emana del Cielo,
ni las estrellas, ni el mar,
ni la luz que da el Lucero,

ni el alba al despertar.
Sí acaso, el pensamiento
cuando deja de pensar;
a pensar tú, no habrá muerto.

Cuando mis manos estén yertas
y mi pluma sólo un hielo.
Vivirás en mis poemas,
En lo más profundo del suelo
de la Tierra y del Cielo.

Navegáremos en los mares
y más allá de todo tiempo,
en los más bellos lugares
donde no hace sombra el cuerpo

y volveré a improvisar
sin tinta de algún tintero
y te diré una vez más
sin palabras. ¡Qué te quiero!

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