martes, 24 de mayo de 2011

MI PLUMA ES UNA MÁS

Mi pluma es una más,
de miles de caminantes
que sembraron en el camino
la semilla digna y clara
que da culto al peregrino
sin sonrojarse su cara.
Soy contesto, entretenido
con la cultura esmerada
que me deparó el destino.

Una noche yo soñé
que me había, hecho a la mar
en un barco de papel.
Y en las fronteras del viento
en los mares galopé,
a la grupa de una sombra
que destellaba un corcel,
y hasta, un lucero llegué,

Donde vi gente rezando
que no pude comprender.
Decían que eran hermanos.
¿Sabe usted? No se podían ni ver.

Comían en la misma mesa
del mismo pan y manjar,
y todos hacían la promesa
de perdonar a los demás.
No entraba en mi cabeza
la manera de actual
de los que iban a misa
que en lugar de saludar
ponían falsa sonrisa
llegando a aparentar
una forzada mentira
lo que en realidad es verdad.
Me dio lástima la gente
por dejar en mal lugar
lo que Él entregó a su muerte
por amor a los demás.

Sentí deseos de gritar
y decirles aquella gente,
¿Por qué en lugar de rezar
con los labios sin la mente
no compartimos la paz
con el rico e indigente
ya que todos so igual?

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