lunes, 10 de enero de 2011

VEINTE AÑOS PARA EL HOMBRE.

Recogido su contexto de una
leyenda en prosa anónima de la calle.
-
Dios dijo al asno una vez,
cincuenta años vivirás
acarreando y arando
y como burro comerás
de los rastrojos y el grano.

–¿Señor, vivir como burro veinte?
Cincuenta creó que son muchos,
veinte será suficiente.
Comeré paja y rastrojos
y transportare a la gente.

Dios se los concedió:
–Tan sólo vivirás veinte
años como burro,
comiendo paja y simiente
cual las bestias de este mundo.

–Dijo Dios al perro,
veinte años como aquél,
Este dijo: –Sólo diez
creo que me sobrarán
para los huesos roer.
Conforme, –le dijo Dios
vivirás solo diez años
como perro y guardián.
custodiando los rebaños
y migajas comerás.

Cuando el mono escucho aquello
que entre ramas iba ha saltar,
según le dijera Dios:
–Dame de ellos la mitad
que veinte son un montón.
Dios se los concedió.
diez años tú vivirás,
saltando de rama, en rama
y sus hojas comerás
y tendrás forma de rana.

Al terminar hizo al hombre
como rey de lo creado.
–Gobernaras a los montes
E igual que mares y prados.

–Pocos me parecen veinte
el hombre dijo asustado:
¿Por qué tan poco vivir
en los montes y los prados?
Pienso que me debes dar
los que el burro ha rehusado,
los del perro y chimpancé.

Le dijo Dios enojado,
–¡De acuerdo así ha de ser
en periodos separados!
Conocerás una mujer
y vivirás a su lado.

Del modo que te diré.
Como hombre veinte años
entre las flores y la miel.
Como rey de lo creado
veinte años te daré.

Los qué rehusara el asno
los vivirás como él,
trabajando bien temprano
con luz del amanecer.
Con las encallecidas manos,
cargado irás como aquél.

Después con los diez de perro
harás lo mismo que él,
ladrar y hacer el gamberro
y llorar alguna vez
o balar como un becerro.

Con los otros diez del mono
los guardas para saltar,
de casa en casa de hijos
sin llegarte a jubilar.

Donde los hijos de éstos
te tendrán como un juguete,
hasta que llegue el momento
que tú, te desees la muerte.
*

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