miércoles, 22 de septiembre de 2010

SI PUDIESE DESPERTAR...

Si pudiera despertar
para saber sí mi sueño
fue algún día realidad.
Si lo fue, ya está tan lejos
que no puedo recordar
de su cristal los reflejos,
ni su nombre, si es real.

Sólo sé que es una sombra
lúcida como el cristal
que me araña el corazón
y no me deja ni andar.

Cuando creo que despierto
y veo que estoy dormido,
ya no sé si es que estoy muerto
o en las garras del olvido.

Porque veo mi pensamiento
que en el tiempo se ha escondido,
y lo llamo y lo llamo,
y lo llamo desde adentro
de mi ser como un mendigo.

Y el cristal que nos separa
del ensueño que he tenido
no deja pasar los gritos,
y que los escuche ella,
si es que en realidad ha existido

Tal vez que esté en las estrellas
o quizá en mi interior,
donde aún siento sus huellas
como la explosión mayor
de las dulzuras más bellas.

Cuando me duermo, al soñar
siento caricia de ella,
igual que cuando su faz
la ponía sobre la mía
para poderla besar.

Por eso, en mi fantasía
seguirá inmortalizada
mientras que en mí haya vida.
Y bien sé que aún más allá
estará en mi ser metida,

como en los mares la sal,
hasta que el Orbe se extinga,
yo sé, que aun vivirá
en mi corazón dormida
por toda una eternidad.

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