viernes, 21 de mayo de 2010

FRÁGIL COMO UNA PLUMA.

Frágil como una pluma.
Sensible como una flor.
No fue tan sólo el quererte;
fue mucho más, aquél amor.

Tan sólo con conocerte
para mí, fue luz del sol.
Fuiste agua trasparente
que endulzaría mi amargor.

Fuiste y eres la musa
de esta pluma e ilusión.
Eres la aurora y la excusa
que dá vida a mi interior,

cual notas de melodías
que rubrica tal pasión.
Fuiste, la mayor alegría
que inundó mi corazón.

Por ello en cada mañana
y en la postura del sol;
aún estando muy lejana
vive en mi pecho tu amor.

Porque no puede morir
la luz que emana del cielo,
ni las estrellas, ni el mar,
ni en la luz que dá un Lucero,

ni el alba al despertar.
Sí acaso en el pensamiento
cuando dejas de pensar;
a pesar que, no habrá muerto.

Cuando sean mis manos yertas
y mi pluma sólo un hielo,
vivirás en mis poemas,
En tierra y del cielo

Navegáremos en los mares
y más allá de todo tiempo,
en los más bellos lugares
donde no hace sombra el cuerpo

y volveré a improvisar
sin tinta de algún tintero
y te diré una vez más
sin palabras, ¡Qué te quiero,
cada día mucho más!
*

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