martes, 21 de abril de 2009

UN DESTELLO EVANGELICO

El siguiente poema está en
el libro El Grito del Silencio.

UN DESTELLO EVANGELICO.
*
Quise encontrar en el viento
y entre las olas del mar
a Dios con mi pensamiento,
y tan sólo pude hallar
el tronar del elemento,
y Dios no estaba de tras.

¡Y entonces dije: ¡en el fuego
tal vez le pueda encontrar!
¡que amargor que sentí luego
por no saberle buscar!
Compredí que estaba ciego.
¡Ciego sin saber mirar!

Dios se acuna el alma
de trasparente cristal
y siempre que alguien le llama
se deja acariciar,
como el jazmín o una dama
sin buscar la vanidad.

Porque dios esta en las flore,
en el rocío, el coral,
está en los corazones
de los hombres,
fundido como el metal,
fomentando sus valores
con el dulzor del panal.

Yo sé que está en las estrellas
y en los ojos de mujer,
y entre las cosas más bellas,
también en el amanecer.
¡Yo fui contemplando aquellas
y empece a comprender!

Desde entonces yo, a los vientos,
como vientos los miré,
y a todos los elementos
y jamás a Dios busque,
porque Dios estaba dentro,
dentro de mi propio ser.

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