Quisiera crear un verso
y fundirlo con pasión,
te entregaría con un beso
entero mi corazón.
Para que vieras, criatura
lo que corre
por mis venas.
Soy capaz por tu dulzura
contar del mar las arenas
y las estrellas del cielo.
Yo contaría mi, amor
de tu cabellera el pelo
y de los prados la flor.
Sí tú me pides cariño,
cariño mucho te di.
Sí me dices que soy niño,
como un niño me perdí,
el día que nos unimos
en el fragor del amor.
Divididas nuestra alma,
fundimos, en una las dos.
Cruzamos nubes de estrellas,
delirio de luna y sol.
Probamos las aguas bellas
y de la miel, su sabor.
Cuando yo, invente ese verso
que me arranque el corazón
con una daga de fuego,
habré muerto por tu amor.
Por tu amor y tu ternura
voy recibiendo el olor
de tal fragante dulzura
dentro de mi corazón.
.
Ya no existe amanecer,
ni luz en el Firmamento
que pueda dar a mi aliento
en un lejano amanecer
que no soñé, fue despierto.
¿Quién me podría responder
si existe, un mayor dolor
qué el que soporta el amor?
Porqué tú, ya ere vient
que vives en mi pensamiento.
Y vivirás hasta que muera
en mi mente sin fronteras;
más allá del Firmamento,
donde sé, que tú me esperas
para escuchar ese verso.
*
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