La
estirpe intelectual
repudia el comportamiento
de mi modo de actuar.
¡Y digo yo! Tal lo siento.
¿Por qué detener el caudal
de las aguas o del viento?
¿Por qué dicen que es audaz
el cobarde en pensamiento?
Si tan solo él, sabe andar
de prisa cuando algún viento
le va empujando de tras.
¡Dejad que mi pensamiento
vaya sembrando la paz!
Aunque sea en el desierto
de quien le quiera escuchar.
Dejad las
flores crecer
y a los niños darles amor.
Dejad que el hombre sea él,
como lo creará Dios,
y si veis que alguna ves
se lamentan del dolor:
tratarles como a un clavel,
porque es una tierna flor
semejante a dicha piel.
Dejad que
vuelen las aves
a sus antojos en los cielos
y a diferentes lugares;
Porque el trino de sus pechos
son mensajes a pilares
apoyados en los más ricos
de afluentes manantiales
y saciare el apetito
de exigentes paladares.
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